DOI: https://doi.org/10.25058/20112742.n36.02
Juan Camilo Niño Vargas
Universidad de los Andes, Colombia
juancamilonino@gmail.com
Resumen:
La simpleza imputada a los ette del norte de Colombia, desaparece una vez se franquean los límites de la sociedad humana y salen al descubierto los tratos que mantienen con otros pobladores del mundo. Los órdenes ontológicos existentes y la densidad del tejido relacional entre humanos y no-humanos son particularmente notables en los campos cultivados. Los indígenas transforman a las selvas sagradas en cultivos profanos y a los cultivos profanos en rastrojos bestiales mediante una original combinación de técnicas de putrefacción, incineración y barbecho. Al mismo tiempo que desencadenan estos procesos, entablan relaciones de dominación, reciprocidad y subordinación con deidades pluviales y selváticas, plantas silvestres y cultivadas y, entre otras entidades, animales salvajes y caseros. La agricultura ette, lejos de limitarse a una serie de conocimientos técnicos orientados a la satisfacción de necesidades materiales, participa de los principios cosmológicos y las lógicas relacionales que estructura el universo pensado y vivido.
Palabras clave: ette, cosmología, ecología simbólica, agricultura itinerante, orden ontológico, modos de relación.