DOI: https://doi.org/10.25058/20112742.32
Víctor R. Yáñez Pereira
vyanezp@uautonoma.cl
Universidad Autónoma de Chile
Resumen:
Este artículo parte del entendido de que la realidad se va formando como una trama que urde cosas con semánticas, configurando a nivel de la conciencia y del lenguaje una densidad discursiva que devela el contenido de verdad situado en la zona de nuestras experiencias. Veremos que el pensamiento debe traducir las lógicas de trabajo social en una expresión de ruptura ante la totalización impositiva de cánones ideologizantes y
deterministas, contenidos en el conocimiento heredado desde la tradición viejo europea del siglo XVII, y que en su condición moderna, con extremada violencia, han incrustado y naturalizado poderosas polarizaciones binarias, como ha sido el caso de la segregación entre los núcleos de teoría respecto de los de práctica y viceversa. Por lo mismo, la disciplina debe relevar una comprensión mediada por el cuestionamiento de una realidad que, también, le interroga, en cuanto movimiento socio-histórico. Ello se erige en la
contradicción contingente y dinamizante de las contemporáneas relaciones sociales y su conflictiva manifestación; «imágenes que piensan», como el producto de unas semánticas que entrelazan el potencial enunciativo con el acto proposicional de los trabajadores y las trabajadoras sociales sobre fenómenos en realización, trayendo como resultado la capacidad de nombrar aquello que da sentido a reales oportunidades de cambio o transformación en diversos contextos y espacios sociales.
Palabras clave: trabajo social contemporáneo, praxiología, experiencia, fusión teoría-práctica, discurso, objetos/imágenes.