DOI: https://doi.org/10.25058/20112742.229
Juliana Flórez-Flórez
mflorez@uoc.edu
Universitat Autònoma de Barcelona
Resumen:
Desde el giro de los ochenta hasta hoy, los análisis de la acción colectiva tienden a concluir que la lucha de los movimientos latinoamericanos se halla anclada a la ilustración. Sea porque reivindican necesidades básicas, porque su principal interlocutor es el Estado, porque su contexto de lucha
es atrasado o porque están atadas a localismos. En cualquiera de estos casos, se entiende que esos actores difícilmente pueden cuestionar los límites de la modernidad globalizada. En este artículo planteamos que tales conclusiones asumen un pensamiento dicotómico que diferencia y jerarquiza las dinámicas sociales según su mayor o menor distanciamiento de la tradición; unaoperación ilustrada que, paradójicamente, las teorías de movimientos deben a las perspectivas críticas de la ilustración; más específicamente, a su noción eurocéntrica de la modernidad. A partir de la revisión que de ese concepto ofrecen las posturas postcoloniales, concretamente el Programa de Investigación Modernidad/Colonialidad, dejamos sentadas algunas claves interpretativas que cambiarían los términos del debate sobre el escaso potencial de los movimientos latinoamericanos como actores críticos de la modernidad.
Palabras clave: modernidad, colonialidad, movimientos sociales y América Latina.