DOI: https://doi.org/10.25058/20112742.76
Gemma van der Haar
gemma.vanderhaar@wur.nl
Wageningen University, The Netherlands
La vida de Willem estaba llena de libros. Dondequiera que estuviera, se rodeaba de libros para sentirse en casa. Se acompañaba de libros en todos sus viajes. Pero fue la escritura de libros lo que más valoró. Cada libro marcó un episodio de su vida. El libro sobre movimientos sociales —del que Tabula Rasa publica el capítulo escrito por Willem— fue su primer logro importante, e incuestionablemente un momento culminante para él. Siempre que Willem mencionaba el libro, sus ojos brillaban de entusiasmo. Realmente estaba muy orgulloso de él —aunque era el primero en admitir sus fallas (comenzando porque su capítulo era muy largo). No cabe duda de que había disfrutado inmensamente su creación. Willem comenzó a trabajar en este libro con sus colegas y «secuaces» Ton Salman y Gerrit Burgwal cuando recién comenzaban su doctorado en el Instituto CEDLA de Amsterdam.
Los tres trabajaron en un programa de investigación sobre movimientos sociales urbanos en Latinoamérica, dirigido por Geert Banck y David Slater. Willem podía ahora dedicarse a lo que más le gustaba: leer, pensar, discutir, escribir. Aquí, en este ambiente de actividad intelectual intensa, podían florecer sus talentos. Los ingredientes de la productividad académica de Willem eran simples, pero esenciales: buenos libros, buena compañía, buen café, cigarrillos y vino, buena comida y buena música como acompañamiento de todo eso.