DOI: https://doi.org/10.25058/20112742.301
José Fernando Serrano A.
josefernandoserrano@yahoo.com
Investigador Independiente (Colombia)
Un contexto general
El cerro de santa Lucía es un punto emblemático de la ciudad de santiago y tal vez de la propia sociedad chilena. El puesto de mira de la época colonial, desde el cual se vigilaba y defendía la ciudad se transformó en el siglo XIX, bajo referentes arquitectónicos europeos, en un paseo familiar, con caminos y pequeños descansos para el ocio y la contemplación. Aún hoy se lo presenta al turista como un lugar pintoresco de la ciudad, con su castillo, fuentes y miradores, muy adecuado para un tranquilo paseo en la tarde. Pero como sucede con muchos puntos de la geografía de las ciudades, el Cerro tiene más de un uso y un lugar en los imaginarios. Es también referente de los habitantes de la noche, punto de encuentro para las parejas de jóvenes amantes, espacio de socialización de algunas culturas juveniles urbanas y referente para el ligue y el goce. Tal vez por esta combinación entre espacio al aire libre e intimidad, entre lugar de todos y de nadie a la vez, entre lo diurno familiar y lo nocturno trasgresor, es que el lugar ha sido también territorio de socialización homosexual.